Derechos Digitales

Los derechos digitales son importantes porque nos permiten aprovechar los beneficios de la tecnología sin comprometer nuestra privacidad, libertad o seguridad. En muchos países, estos derechos están protegidos por leyes y regulaciones específicas que buscan garantizar que las personas puedan disfrutar de los beneficios de la tecnología de forma segura y responsable.

TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN

Humberto Mundo

5/15/20233 min read

Derechos digitales y violencia digital

Los derechos digitales son los derechos que las personas tienen en el entorno digital, es decir, en Internet y en las tecnologías digitales en general. Estos derechos incluyen:

1. Derecho a la privacidad: Las personas tienen derecho a controlar sus datos personales y a decidir quién puede acceder a ellos.

2. Derecho a la libertad de expresión: Las personas tienen derecho a expresarse libremente en línea sin ser censuradas o perseguidas por su opinión.

3. Derecho a la información: Las personas tienen derecho a acceder a información precisa y veraz en línea.

4. Derecho al acceso: Las personas tienen derecho a acceder a Internet y a las tecnologías digitales, independientemente de su ubicación geográfica o su situación económica.

5. Derecho a la propiedad intelectual: Las personas tienen derecho a controlar y proteger sus obras digitales, como fotografías, música o videos.

6. Derecho a la seguridad: Las personas tienen derecho a estar protegidas contra el robo de identidad, el cibercrimen y otros riesgos de seguridad en línea.

Los derechos digitales son importantes porque nos permiten aprovechar los beneficios de la tecnología sin comprometer nuestra privacidad, libertad o seguridad. En muchos países, estos derechos están protegidos por leyes y regulaciones específicas que buscan garantizar que las personas puedan disfrutar de los beneficios de la tecnología de forma segura y responsable.

El desarrollo y fácil acceso a las tecnologías de la información ha propiciado la proliferación de conductas que afectan directamente a las y los usuarios de las mismas, aunque en mayor proporción a las mujeres, representando incluso nuevas amenazas, derivadas de la violencia con la que la información se difunde en este entorno; la posibilidad de acceder a la información gracias a los motores de búsqueda; la viralidad y la falta de olvido de esta información disponible en la red, representa dificultades adicionales para su eliminación.

No obstante, en México existen disposiciones legales que permiten salvaguardad la integridad digital de las personas, pero para ello es importante identificar las modalidades de la violencia digital:

  1. Ciberacoso: uso de las redes sociales y medios digitales para realizar ataques personales y abuso psicológico con información confidencial o falsa. Esto es un daño recurrente y puede consistir en amenazas, insultos, mentiras, mensajes de connotación sexual o simple que puede llevar a la víctima al suicidio.

  2. Phishing: fraude encaminado a obtener información de una persona sobre su identidad e información bancaria, suplantando la identidad personal y de instituciones públicas o privadas a través de mensajes de texto, llamadas, correos electrónicos, ventanas emergentes en páginas web o la creación de aplicaciones falsas.

  3. Grooming: situación mediante la cual una persona adulta tiene la intención de establecer una interacción con menores de edad, fingiendo empatía para ganar su confianza, con la finalidad de obtener satisfacción sexual, cometiendo delitos como pornografía infantil y trata y tráfico de personas.

  4. Cracking: conducta ilícita mediante la cual un individuo denominado cracker, altera, modifica, elimina o borra los datos de un programa o documento informático con la finalidad de obtener un beneficio de dicha alteración.

  5. Sextorsión: actos de chantaje que buscan obtener contenidos privados con connotación sexual (fotos o videos) producidos por la misma víctima.

La violencia digital se caracteriza por la vulneración de derechos a través de los servicios digitales o telemáticos, cuyas consecuencias pueden derivar en daños psicológicos o emocionales importantes, en el ámbito de su vida privada o en su imagen propia. La violencia digital puede afectar a todas las personas que hagan uso de las redes digitales; sin embargo, los grupos más vulnerables son las mujeres y las niñas.